viernes, 22 de marzo de 2013


Quiero cantarte que no quiero bailar
Quiero bailarte que no quiero tocarte
Quiero mostrarte algo que nunca va a estar aca
Algo que no existe para vos
Algo que deseo sola
Sí buen día doctor lléneme la barriga de sueños
Amo un montón de mentiras
Amo todas esas mentiras que cruzan la calle y se dejan aplastar
Dejé ir mis sueños detrás del arma
Los dejé cruzar la calle cuando todavía gateaban
Solos
Ellos aprendieron a atropellarse contra los autos, contra las torres
Solos
Ellos se paraban a los pies de mi cama, todos descompuestos
No me dejaban dormir, cantaban unas cancionetas horribles
Pero los sueños siempre son lindos, los sueños siempre son tristes
Los sueños que canto siempre tienen la misma muerte: la fama
La fama con drogas, cosas brillantes, mundos ambiguos y opuestos
Esas cosas caras que se regalan, esos naufragios que se dejan hundir sin tormenta
Mis sueños precoces a lo único que saben jugar es al boxeo
Manotazos contra todo. La cabeza contra todo
Y el corazón por ahí anda, por ahí queda
Y después sentirnos acompañados y enamorados, porque todos somos retorcidos
Porque en el fondo todos queremos ser hombres y penetrar y dejar algo dentro de alguien y sacar sus sueños y mirarlos y sentir poder por saber los mejores secretos para después no saber qué hacer y dar media vuelta y caminar dando la espalda con las manos mojadas y lastimar siempre alguien lastima a alguien que se deja lastimar y no sabe qué hacer con todo eso que le sacaron y le dejaron cerca del velador y después y pronto, llorar y sentirse solo y querer ser hombre para penetrar a alguien y demostrarle que también tenía cosas en la oscuridad, mostrarle lo desamparado que está a nuestro tacto. Lo desamparados que estamos todos, porque nadie sabe a la larga o a la corta qué hacer con esos descubrimientos.


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