jueves, 6 de febrero de 2014

De un humano
Que tiene el poder de reproducir
Hijos de las aves primeras
De pie
En el campo llanísimo y seco
Enfrentado a las montañas
Estira rectos sus brazos
Abre bien los dedos de las manos
Y de sus uñas
Salen sombras negrísimas estiradas
Que pronto se convierten
En Águilas
Quedan sus extremidades
Como garras de búho
Y el cielo cargado

Imitando el mejor presagio

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