martes, 4 de diciembre de 2012


Solía tener un recordatorio sonando:
Paula no te acerques a las terrazas ni balcones
Solía tener una frase atada a sensorial:
No confíes de nuevo en los adultos
Quería tatuarme el nombre de mi gata en la cabeza
Quería sobrevivir sola
Sin pedir, sin desear, sin esperar
Y por dentro morir de ganas
Que el humano sea otro
Otro completamente distinto
Solían darme ganas de llorar
Cada vez que pensaba en mis sueños
Cada vez que miraba el cielo
Mis manos van a cavar la tumba
Y todo va a ser más bello

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